2009.
Un número que nunca olvidaré, definitivo que no, un año que se lleva con si el dolor de 20 mas, y en mi presente todo eso pasado queda como un tatuaje al alma que dice “fuerza y temperamento puro”, no hay mas.
Así como la luna llena, delicada pero determinante, así soy.
Al escribir esto me salen las lágrimas formando un río de recuerdos, de melancolía, de intenso dolor que no se puede explicar, que al secarse las lágrimas la marea cesa y mi mirada deja de ser borrosa, veo que pasó, veo que ahora estoy en medio de la nada y del todo en si mismo.
Este fue el año en que morí y nadie se dio cuenta, ver un cuerpo de carne y hueso es suficiente para los otros, eso es estar vivo, algunos piensan.
Sentirte muerta es como rascar tus propias entrañas pidiendo a la soledad que no te deje, decirle que tienes miedo y no obtener ninguna respuesta, nada.
Me di cuenta después, que dentro de ese mar de lamentos y de dolor había una voz que me dijo “no me dejes sola” era yo. Entonces fue que luche con la fuerza que no tenía, luche porque aunque todos me olvidaron, aunque todo eso lastimó cada célula de mi cuerpo, y a cada ilusión de mi corazón, aunque opacó la misión de mi alma no podía olvidarme de mí. No podía dejar de luchar una última batalla con el estandarte de mi ser.
Un año que no sólo la presión de mi corazón bajaba constantemente, no quería latir mas, quería huir, era demasiado para su poca fuerza; bajaban mis ganas de vivir, bajaban mis sueños y los bajaban, no sólo eso, sino que se empaparon de lágrimas de impotencia, de dolor y de abandono.
Cuando mis ojos se secaron, salieron telarañas como si quisieran protegerme para que nadie mas pudiera entrar, no quería saber de nadie, no quería escuchar una opinión mas, quería irme y no volver.
Si estoy aquí es porque regresé para ganar la batalla, es porque recordé que estoy conmigo. Es porque me di cuenta que no puedo apagar mi voz. Es porque amo a la vida y ella me ama a mi y al ser uno mismo somos invencibles. Si estoy aquí es porque llegué para quedarme, y quedarme a triunfar.
Si estoy aquí es porque el amor me salvó.
Karen 24/Diciembre/2009.
jueves, 24 de diciembre de 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
jueves, 19 de noviembre de 2009

Después de todo valió la pena “morir” para volver a vivir, intento revivir por completo cada mañana al abrir los ojos, intento despertar al crear consciencia de que respiro, para no fallarme, para seguirte amando vida y a ti, aunque todavía no he visto tu cara, conozco tu nombre.
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